El Sanatorio de Viana de Cega, en Boecillo (Valladolid) abrió sus puertas en mayo de 1954. Este edificio de 20.000 m² y 6 plantas con capilla y piscina, se levantó para ser un centro dónde tratar enfermos de tuberculosis.
Esta enfermedad era considerada grave y, debido a su contagiosidad, se aislaba a los pacientes. La intención era curarles aunque algunos de ellos solo estuvieron allí esperando la muerte.

En 1963 se cierra y los enfermos son trasladados a Salamanca a un centro similar.

En 1970 la Diputación Provincial de Valladolid se hace cargo del edificio e invierte 20 millones de pesetas para transformarlo en un centro de enseñanza y tratamiento de menores especiales.

El elevado coste de mantenimiento que suponía hizo que se cerrara definitivamente en 1982, tras solo tres años de actividad.

Hoy en día el Sanatorio de Viana es un edificio del que permanecen poco más que las paredes, no queda absolutamente nada en su interior. Al no existir vigilancia alguna muchos amantes del misterio han aprovechado esta circunstancia para adentrarse en él y pasear por sus pasillos y habitaciones para explorar e incluso grabar.